Tras dos años de pandemia y suspensión de actividades presenciales 180 beneficiarios del Proyecto Fútbol por la Paz retornan a Unimagdalena
La cancha del estadio de fútbol de la Universidad del Magdalena volvió a llenarse de risas, juegos y felicidad con el retorno a la presencialidad de las actividades del Proyecto Fútbol por la Paz.
Tras dos años de pandemia, con la presencia de más de 180 niños y jóvenes pertenecientes a las tres categorías que dispone este programa, que brinda formación deportiva y acompañamiento psicosocial.
Esta estrategia pedagógica se viene implementando desde el año 2013 a través de la Vicerrectoría de Extensión y Proyección Social.
Asimismo, ha permitido que niños, niñas y jóvenes de bajos recursos residentes en barrios aledaños a la Alma Mater, tengan formación deportiva basada en el fútbol fomentando valores, sana convivencia y transformación de líderes.
FÚTBOL POR LA PAZ
En la actualidad el Proyecto acoge a beneficiados que se agrupan en tres categorías dependiendo de la edad: la categoría 1, de 5 a 8 años; la categoría 2, niños y niñas de 9 a 11 años y la categoría 3, adolescentes de 12 a 17 años.
El licenciado Harold Llanes Sánchez, coordinador del Proyecto Fútbol por la Paz, expresó su alegría por el regreso de los niños, niñas y jóvenes a las actividades deportivas de la escuela.
Igualmente, manifestó que el grupo durante el tiempo de pandemia se mantuvo unido y siempre esperanzado en volver a las actividades deportivas. A los niños, niñas y adolescentes les hacía mucha ilusión volver a ver a sus amigos y regresar a las instalaciones de esta Casa de Estudios Superiores.
Futbol por la Paz es una forma de poder transformar familias por intermedio del deporte. A través de Valores como el respeto, responsabilidad, bondad, amabilidad, el amor, voluntad. Valores que forman a los niños como personas y los ayudan a salir adelante en su vida.
FELICIDAD DE LOS NIÑOS Y JÓVENES
Volver a practicar fútbol, reencontrarse con sus amigos, recibir las instrucciones de los profesores y patear el balón eran cosas que los niños, niñas y jóvenes de Fútbol por la Paz anhelaban.
Así lo narró Juan Esteban Arzuaga, uno de los niños que hace parte de este proyecto, “para mi volver significa felicidad, reencontrarme con muchos amigos después de tanto tiempo, es muy bonito volver a jugar, a reír y a juntarnos con todos los profesores de física”.
“Lo que más me gusta de Fútbol por la Paz es la variedad de personas que escogen para jugar, que no importa la edad, que no importa el tamaño, esta es una verdadera inclusión”, manifestó Juan Esteban.
Por su parte, Sebastián David Salas, indicó: “estos dos años para mi fueron tristes porque no veía a mis amigos y cuando me dieron la noticia que íbamos a volver sentí mucha felicidad de volver a verlos, al igual que los profesores, además de conocer las nuevas caras. Me siento muy feliz de pisar un terreno de juego, una pelota, que es lo que salva vidas”.
PADRES AGRADECIDOS
Los padres de familia no pudieron ocultar la felicidad que sintieron al volver a las actividades deportivas. Así lo expresó Félix Octavio Rojas López, padre de Juan Pablo Rojas Arnedo, quien pertenece a la categoría 3.
“Estamos muy contentos de regresar a las canchas después de dos años de pandemia donde nos encerró a todos. Es un momento importante volver a la universidad donde tanto él como su núcleo familiar hemos aprendido bastante”, expresó Félix Rojas.
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Fútbol por la Paz actualmente tiene integrantes de 18 barrios circundantes a la Alma Máter y otros barrios de la ciudad, entre los que se encuentran: Villa U, Las Malvinas, El Piñón, Cerro las 3 Cruces, Villa del Río, Avenida del Río, Simón Bolívar.
También se incluyen otros barrios tales como: Los Laureles, Bulevar de las Rosas, Santa Ana, 8 de Febrero, Villa Marbella, Villa Bella, Líbano, Villa del Mar, Ciudadela, Colinas del Río y San José del Pando.
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