Después de dos años trabajando como asesor del despacho en la Universidad del Magdalena, es momento de cerrar este capítulo y decir hasta pronto. Regresar a la institución donde me formé como profesional ha sido un privilegio inmenso. Este tiempo no solo ha sido una experiencia de aprendizaje, sino también una oportunidad para reafirmar mi profundo sentido de pertenencia por mi segunda casa.
Durante este periodo, bajo el liderazgo visionario del rector Pablo Vera Salazar, la Universidad ha logrado consolidarse como un referente académico y social, enfrentando con valentía los ataques malintencionados de quienes no conciben el progreso por fuera de sus intereses. La fortaleza institucional y el compromiso colectivo han sido clave para superar estos retos y seguir avanzando en la transformación de vidas a través de la educación.
Uno de los hitos que más orgullo me genera es el trabajo en la actualización y modernización de las normas internas. Hoy, la Universidad del Magdalena cuenta con un sistema de extensión renovado y un nuevo Estatuto General que introduce más de 170 cambios significativos, entre ellos, el reconocimiento del derecho a la educación superior como un derecho fundamental, único en Colombia. A esto se suma la expedición del nuevo Estatuto Docente y la inminente aprobación del Estatuto Estudiantil, normas que reflejan preceptos modernos y avanzados para regular la realidad de nuestra comunidad universitaria.
Estos logros no habrían sido posibles sin la orientación del rector y el trabajo de un equipo comprometido con la excelencia y el progreso. Ser parte de este proceso, aportar mi conocimiento y esfuerzo para seguir posicionando a la Universidad del Magdalena como referente, ha sido un honor que atesoraré siempre.
Agradezco profundamente al rector Pablo Vera Salazar y a todos mis compañeros de la Rectoría por su apoyo, enseñanzas y camaradería. Me llevo conmigo no solo un cúmulo de aprendizajes, sino también el orgullo de haber contribuido, desde mi rol, a construir una mejor Universidad.
Hoy me despido, pero mi compromiso con la institución y su misión de transformar vidas a través de la educación permanece intacto. Gracias, Universidad del Magdalena, por darme la oportunidad de aportar desde el lugar que me formó y que siempre será mi hogar.
¡Hasta pronto!
VER: Edgar Jafet Hernández Murcia