Molesto, el alcalde de Plato, Jaime Alfonso Peña Peñaranda; le reclamó las vacunas al secretario de Salud Julio de Jesús Salas Burgos.
El infortunio que vivió una novia oriunda del municipio de Barrancas, en el suroeste de La Guajira; se repitió en Plato, población del centro de Magdalena.
Esta vez no fue una pretendiente la que se quedó esperando sino un hospital: la Empresa Social del Estado 7 de Agosto que presta el servicio de salud en Plato.
Las repisas del Hospital 7 de Agosto se quedaron esperando la vacuna COVID-19.
Y como padre ofendido, fue el alcalde Jaime Alfonso Peña Peñaranda quien le reclamó el engaño al secretario de Salud de Magdalena, Julio de Jesús Salas Burgos.
El motivo del disgusto: haber dejado preparado el cuarto frío del centro hospitalario para recibir las vacunas contra el COVID-19 asignadas a Plato.
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EL ENOJO DE PEÑA
Peña Peñaranda lamentó los criterios que tuvo la Gobernación de Magdalena en la selección de las unidades que albergarían el inmunológico en su municipio.
“Se ha desconocido la trayectoria, la experiencia y el alistamiento de nuestro hospital que está preparado para recibir el biológico”. Protestó el mandatario local.
Jaime Peña responsabiliza a Carlos Caicedo y a Julio Salas de lo sucedido.
Jaime Alfonso Peña Peñaranda subrayó que los profesionales de salud, el cuarto frío y las estanterías para las dosis del antígeno vacunal ‘quedaron plantadas’.
“El Hospital 7 de Agosto siempre ha liderado la recepción y distribución de vacunas, pero hoy el Departamento niega las del COVID-19”. Sentenció el alcalde.
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