Las cacharrerías y papelerías de la ciudad, han evidenciado una disminución abismal de sus ventas de útiles escolares.
La crisis de salud pública por una segunda ola de contagios en Colombia, acabaron con las expectativas del retorno a las clases presenciales.
En Magdalena, la Secretaría de Educación Departamental, determinó que el regreso a clases será virtual. Y son muchos los sectores económicos afectados.
Este año, la mercancía escolar no ocupa mayor espacio en las cacharrerías. No hay compradores.
Las clases en línea, no necesitan morrales, ni tantos cuadernos, ni mayor cantidad de utilería. La mayoría de las actividades se realizan en plataformas virtuales.
La consecuencia de esta situación, la lidian actualmente las cacharrerías, papelerías y distribuidoras de útiles escolares que afrontan bajas históricas en las ventas.
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AÚN TIENEN ESPERANZA
Claudia Florez, asesora de la empresa Suventas, dedicada a las distribuciones en el tema escolar, afirma que la negativa de la vuelta a las aulas los puso en aprietos.
“Las personas están indecisas de cuándo volverán a los colegios y los comerciantes no han querido llenar sus inventarios como otros años” afirma.
Los comerciantes, esperan que en el mejor de los casos, la temporada escolar se retrase.
Esta incertidumbre, afecta incluso a las instituciones educativas, que a sólo ocho días de iniciar clases, no han compartido las tradicionales listas de útiles escolares.
“Lo que preveemos, es que la temporada escolar no se dará en enero y febrero como otros años, sino que se moverá para los meses siguientes” indica Florez.
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CRISIS LABORAL
Además de una baja representativa en las ventas, las oportunidades laborales también se vieron afectadas para cientos de samarios y magdalenenses.
Durante esta época, la contratación de personal para ventas, manejo de inventario y cajas, aumenta considerablemente en locales y plantas comercializadoras.
La aprobación del sistema de alternancia en las escuelas, permitiría dinamizar las ventas de útiles.
Según cifras oficiales de Fenalco, la caída de las ventas que superaría un 50%, ha ocasionado la pérdida de por lo menos 10.000 empleos en toda Colombia.
Los empresarios por su parte, esperan que la situación mejore un poco con la puesta en marcha de la alternancia educativa. Pero la situación, aún genera zozobra.
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