El fenómeno Jose Felipe Hernández Polo obliga a revisar la hegemonía de más de una década de Carlos Eduardo Caicedo Omar.
Los resultados de la consulta interna del Pacto Histórico del 26 de octubre de 2025 reconfiguraron el mapa político del Magdalena. En un hecho sin precedentes, Jose Felipe Hernández Polo obtuvo 28.233 votos, posicionándose como el candidato más votado en la lista a la Cámara de Representantes y desplazando a figuras históricas del petrismo regional.
Su victoria no solo representaría un triunfo individual, sino un cambio de mando en la estructura de poder del movimiento progresista en el departamento, hasta ahora liderado por el caicedismo. El fenómeno Jose Felipe Hernández Polo obliga a revisar la hegemonía de más de una década del grupo político de Carlos Eduardo Caicedo Omar.
De Barrancabermeja al Magdalena con sello técnico
La irrupción de Jose Felipe Hernández Polo no puede entenderse sin considerar su recorrido profesional y su paso por la administración pública. Abogado santandereano, especialista en Derecho Administrativo y magíster en Evaluación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación, llegó al Magdalena en 2020 como contratista de la Gobernación . Su desempeño le permitió ocupar cargos de creciente responsabilidad hasta convertirse, en 2022, en secretario de Educación departamental.
Posteriormente, su experiencia lo llevó a la Alcaldía de Santa Marta, bajo la administración de Virna Johnson, y luego a la rectoría de la Institución Universitaria Santa Marta, donde afianzó su relación con el sector académico y docente. Ese vínculo con los maestros y los profesionales de la educación fue determinante para consolidar su base social y electoral.
Respaldo campesino: Jose Felipe Hernández Polo
El ascenso de Jose Felipe Hernández Polo se explica también por la solidez de su respaldo en las zonas rurales. La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) del Magdalena fue su principal aval, marcando una alianza entre las reivindicaciones agrarias y la agenda progresista.
Este apoyo fue estratégico: mientras otras campañas se concentraron en los centros urbanos, la de Hernández Polo priorizó las subregiones agrícolas del departamento, donde el Pacto Histórico no había tenido una estructura fuerte. Su discurso de justicia social, redistribución de la tierra y fortalecimiento del campo conectó con la identidad del campesinado magdalenense, históricamente marginado de los procesos políticos.
Mapa electoral que redefine la izquierda regional
Los 28.233 votos de Jose Felipe Hernández Polo contrastan con los 15.625 de Naylea Melissa Barros Martínez y los 14.537 que Carmen Patricia Caicedo Omar alcanzó en el mismo departamento durante su aspiración al Senado. Esa diferencia no solo evidencia un desplazamiento en el liderazgo interno, sino que reordena la correlación de fuerzas dentro del petrismo local.
Por primera vez desde 2011, el caicedismo enfrenta una figura emergente que, aunque pasó por sus filas burocráticas, no proviene de su estructura orgánica y que, sin embargo, domina el electorado afín al Pacto Histórico. Desde la elección de Carlos Caicedo como alcalde de Santa Marta con 74.165 votos, ningún actor había desafiado su control político con semejante contundencia.
La hegemonía del caicedismo en perspectiva
Durante trece años, el caicedismo representó la izquierda institucional en el Magdalena. Su narrativa de cambio, transparencia y modernización caló profundamente en el electorado. Sin embargo, el tiempo transformó ese proyecto en una maquinaria política con tensiones internas y un desgaste evidente.
Las figuras que surgieron bajo su amparo, consolidaron posiciones locales, pero no lograron renovar el discurso ni las alianzas del movimiento. En ese escenario, la irrupción de Jose Felipe Hernández Polo aparece como una renovación generacional y simbólica. Su independencia del núcleo duro del caicedismo lo convierte en un liderazgo fresco, más conectado con la base social y menos dependiente de los viejos esquemas progresistas.
El golpe de opinión y su lectura política regional
Los datos demuestran que el ascenso de Jose Felipe Hernández Polo constituye un golpe de opinión dentro del progresismo magdalenense. Su campaña no contó con los recursos mediáticos ni la estructura organizativa de otras, pero logró lo que parecía improbable: superar en votación a todos los referentes tradicionales del petrismo y del caicedismo.
Ese resultado tiene implicaciones directas en las próximas elecciones atípicas a la Gobernación del Magdalena, previstas para el 23 de noviembre de 2025. Con su liderazgo consolidado, Hernández Polo se convierte en un actor clave para cualquier coalición que aspire a mantener o pelear el control de la administración departamental bajo las banderas de la izquierda.
Nueva arquitectura del poder en el Pacto Histórico
El Pacto Histórico obtuvo en el Magdalena 101.944 votos durante la consulta, una cifra inédita para la izquierda en este territorio. Pero dentro de esa votación, la preeminencia de Jose Felipe Hernández Polo no es solo numérica: implica la reorganización de las jerarquías internas.
El petrismo magdalenense, que hasta ahora se articulaba alrededor de vetustas figuras y dependía del caicedismo para mantenerse competitivo políticamente en el Magdalena, empieza a diversificarse en sus polos de poder. La figura de Hernández Polo encarna una versión institucional y técnica del progresismo, más centrada en la gestión pública, la educación y la ruralidad, que en la confrontación ideológica o el liderazgo caudillista.
Retos del nuevo liderazgo de izquierda en Magdalena
Convertirse en el ‘nuevo jefe’ político del petrismo en el Magdalena plantea desafíos significativos. Primero, articular los distintos sectores que confluyen en el Pacto Histórico sin romper los puentes con el caicedismo, que aún conserva estructuras de base y representación local.
Segundo, consolidar un proyecto político coherente de cara a las elecciones legislativas del 8 de marzo de 2026, donde el nombre de Jose Felipe Hernández Polo encabezará la lista a la Cámara. Y tercero, mantener la conexión con los sectores campesinos y educativos que lo catapultaron, evitando que su liderazgo se diluya en la burocracia política.
El triunfo de Jose Felipe Hernández Polo no es un episodio aislado: es el síntoma de una transformación profunda en la izquierda magdalenense. Con su victoria, el Pacto Histórico demuestra que puede renovarse desde dentro, ceder espacio a nuevos liderazgos y responder a las demandas de una base social diversa.
Hoy, Jose Felipe Hernández Polo encarna el relevo generacional del progresismo regional y el fin de la hegemonía exclusiva del caicedismo. Su papel como ‘nuevo jefe’ político del petrismo en el Magdalena redefine el mapa electoral del departamento y anticipa un escenario de competencia interna más plural, donde el poder ya no se hereda, sino que se conquista en las urnas.
VER: Así quedaron los alfiles del Pacto Histórico en el Magdalena tras la consulta