Portada Portada MAKROdesorden de los mercados hizo que Virna dejara de improvisar

MAKROdesorden de los mercados hizo que Virna dejara de improvisar

Por Adrián Jaimes Torrado

Después de salirse de control el reclamo de los bonos de mercados, la alcaldesa Virna Lizi Johnson Salcedo tuvo que corregir la mala estrategia que usó.

El desorden y el aglutinamiento de personas en la entrega de los bonos de mercados en Santa Marta provocó que la alcaldesa echará reversa.

Por tres días consecutivos las redes sociales se llenaron de fotos y videos de las largas filas de personas incumpliendo con el mínimo de distancia.

A tal manera que los medios nacionales informaron del mal procedimiento implementado por la alcaldía para la entrega de por lo menos 13.000 bonos.

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El efecto mediático hizo que la alcaldesa pasará de negar la aglomeración a suspender la entrega y replantear el proceso de entrega.

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¡PELIGRO INMINENTE! 

Virna Lizi Johnson Salcedo programó la entrega de miles de bonos de mercados solidarios en el centro mayorista MAKRO. Allí acudió la gente en masa.

A pesar de los protocolos al interior del establecimiento, a las afueras la conglomeración era impresionante; cientos de personas esperaban reclamar su bono.

En Santa Marta se violó con aval de la administración distrital la cuarentena nacional para evitar el contagio y expansión del coronavirus.

Lo presenciado en las filas de MAKRO podría disparar las cifras de contagio en Santa Marta, que a la fecha supera los 140 infectados.

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REVERSAZO 

A partir de las 6:00 de la mañana del 24 de abril, a los beneficiarios de los bonos se les asignaron, por parte de la alcaldía, los turnos y horarios para reclamar.

Se dispusieron más carpas y sillas con las respectivas normas de distanciamiento anticontagio. También cerraron las vías aledañas a MAKRO.

Johnson convocó a la Policía Metropolitana de Santa Marta y al Ejército Nacional para que ayuden con la seguridad en el procedimiento.

Ahora los mercados esperan listos en el supermercado y los beneficiarios sólo tiene que recogerlos. A pesar de la nuevas medidas, el daño ya está hecho, ¡Dios salve a Santa Marta!

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