Como si se tratara de una maldición que fue rota, después de cuatro largos años, el gobierno local entregó las obras que rehabilitan el corredor que comprende la calle 13 (número esotérico) y la carrera cuarta, donde históricamente han funcionado los establecimientos comerciales conocidos en Santa Marta como San Andresito.
El número 13 es un número que históricamente ha estado asociado en la cultural popular a un sino fatídico y enigmático, al que la humanidad le ha dado un mal uso.
Justo el 13, es el número de la calle que en Santa Marta han ocupado por 40 años, los comerciantes de San Andresito, donde se vendían artículos de contrabando.
En el 2014, la Alcaldía de Santa Marta cerró esta zona para recuperarla en un plazo de cinco meses. Se necesitaron $1.800 millones y cuatro años para terminar.
Este proyecto que hace parte del Plan Centro, comprendió la intervención de 1.350 metros cuadrados de espacio vehicular y 240 metros cuadrados de espacio peatonal.
DE TUMBO EN TUMBO
En la Calle de la Iglesia Mayor o San Francisco como se llamó a este pasaje en el pasado, funcionó entre el siglo diecinueve y veinte, el Mercado Público de Santa Marta.
El sector fue uno de los que quedó por fuera del Plan Centro, iniciado entre 1999 y el año 2000; y el cual tardó nueve años ejecutándose a un costo de $20.000 millones.
El alcalde Rafael Alejandro Martínez acusó al polémico abogado Hubert Segundo Ramírez Pineda por los retrasos, debido a la obstaculización judicial que lideró.
El jurista ripostó señalando que por cuatro años, la Alcaldía mantuvo cerrada esta zona, la hizo intransitable hasta llevarla a la quiebra por inactividad comercial.