Familias de la vereda La Trinidad, en Sitionuevo, le solicitaron a la Unidad de Restitución de Tierras recuperar sus predios que les fueron despojados.
Los asesinatos selectivos de varios miembros de la vereda La Trinidad, en Sitionuevo, Magdalena llevaron a siete familias parceleras al abandono de 160 hectáreas de tierra y luego su venta, por debajo del valor comercial.
El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena determinó en su primer fallo, tras el concepto dado por Corpamag, que las parcelas solicitadas no podían ser restituidas materialmente a las víctimas.
De acuerdo con la corporación, presentaban alto riesgo de inundaciones, debido a los caudales atípicos del caño interno “El Burro”. Lo que impediría el inicio de proyectos productivos y la construcción de viviendas rurales.
Los beneficiarios no aceptaron la argumentación del Tribunal para negar la restitución y manifestaron su inconformidad al demostrar que la zona no era inundable.
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¿QUÉ PASÓ DESPUÉS?
Según las víctimas, el fallo les negaba el derecho a la restitución, como lo establece la Ley 1448 de 2011 y se acogieron a uno de los principios de la norma: “restituir el estado de cosas en las mismas condiciones que estaban en el momento en que ocurrieron los hechos”.
El Tribunal acogió la solicitud, modificó la sentencia inicial y ordenó la entrega material de 160 hectáreas, por parte de la Unidad de Restitución de Tierras y con ella, la implementación de proyectos productivos sostenibles para los beneficiarios.
“Hoy estos predios son nuevamente de nosotros. No hay palabras para expresar la felicidad que sentimos. No perdimos la fe, pero a veces la esperanza se veía lejos. Hoy ya es una realidad regresar”, dijo Eduardo Rodríguez, beneficiario.
También se le ordenó a la alcaldía de Sitionuevo y a la Gobernación del Magdalena, dentro de sus competencias adoptar las medidas necesarias a fin de que los beneficiarios puedan desarrollar sus actividades agrícolas en el predio restituido.
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