El Morro de Santa Marta se ilumina como símbolo ancestral y esperanza sostenible gracias a Unimagdalena.
En vísperas de los 500 años de fundación de Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia, la Universidad del Magdalena marcó un hito inolvidable: la iluminación del emblemático Morro, una obra de profundo simbolismo, sostenibilidad e identidad cultural.
Bajo la dirección del rector Pablo Vera Salazar, esta iniciativa se convirtió en una ofrenda luminosa que conecta el pasado con el presente y proyecta una visión de futuro en armonía con el legado espiritual y natural del territorio samario.
Una ceremonia cargada de simbolismo frente al mar Caribe
El evento de presentación tuvo lugar en la Marina Internacional de Santa Marta, con la imponente Sierra Nevada como telón de fondo y el mar Caribe como testigo. Allí, ante una audiencia emocionada, se encendieron oficialmente las luces del Morro, ese coloso de roca que se alza a 1.7 kilómetros de la Bahía y que en épocas pasadas defendió militarmente a la ciudad.
La ceremonia fue más que un acto protocolario; fue un momento poético. El rector Vera, con su elocuencia característica, narró con profundidad el significado espiritual e histórico del lugar. Sus palabras invitaron a mirar el Morro no como una simple formación rocosa, sino como un verdadero “guardián del pasado y del futuro”.
“No lo miren nunca más como una piedra, mírenlo como el guardián de nuestro pasado, pero también de nuestro futuro”, expresó el rector, conmovido por la acogida de esta obra.
Iluminar el patrimonio con energía limpia y visión espiritual
Más allá de su evidente impacto visual, este proyecto representa un modelo de intervención respetuosa con el entorno y conectada con la historia ancestral. El Morro, conocido por los pueblos indígenas como Shibaldigeka, hace parte de los 348 sitios sagrados identificados dentro del sistema de la Línea Negra, reconocida como monumento nacional desde 1995.
Por ello, iluminarlo no solo es una acción estética o tecnológica, sino una reivindicación espiritual y cultural que llama a reconciliar la ciencia con la memoria, la tecnología con el territorio y la educación con el sentido de pertenencia.
Tecnología sostenible al servicio del legado cultural
El sistema de iluminación instalado se alimenta de energía solar, lo que garantiza una operación limpia y autónoma. En esta primera etapa se instalaron:
16 paneles solares con autonomía de hasta dos días sin luz solar directa.
20 reflectores LED de bajo consumo, programados para iluminar el Morro desde las 6:00 p.m. hasta la medianoche.
Monitoreo remoto, lo que permite su gestión eficiente y sostenible.
Escalabilidad, pensando en futuras fases y nuevos desarrollos turísticos y pedagógicos.
Este diseño de ingeniería, completamente sustentable, convierte al Morro en un faro ecológico y simbólico para quienes llegan por mar, aire o carretera.
Proyección turística y educativa: un nuevo destino en potencia
Durante la ceremonia, el rector Vera anunció planes para llevar esta iniciativa más allá. La Universidad del Magdalena propone al Gobierno Nacional que el Morro sea entregado a la institución con el fin de convertirlo en un espacio para el turismo responsable, el buceo científico, la educación patrimonial y las ceremonias ancestrales.
“Queremos convertir este lugar en un faro de luz. Que sea visitado por nuestros niños, nuestros turistas, y también respetado como espacio sagrado para las comunidades indígenas. Que se vuelva un símbolo vivo de Santa Marta”, señaló Vera.
Entre los próximos pasos está la instalación de un letrero monumental, que no será físico sino proyectado mediante tecnologías como holografía o láser, en línea con el respeto al entorno natural.
Reacciones que reflejan el orgullo samario
La respuesta de la ciudadanía y los visitantes no se hizo esperar. Las expresiones de admiración y gratitud fueron unánimes. Para muchos, este acto representa un renacer simbólico de Santa Marta en su quinto centenario.
El alcalde Carlos Pinedo Cuello destacó:
“La Universidad del Magdalena ha sido fundamental para el desarrollo de la ciudad. Mirar el Morro iluminado es motivo de orgullo para todos los samarios”.
Por su parte, el obispo José Mario Bacci Trespalacios calificó la intervención como un símbolo de esperanza:
“Esto es un reinicio. Unimagdalena nos regala una visión renovada de ciudad, guiada por el amor y el compromiso”.
Turistas como Luz Fanny Cristancho, proveniente de Atlanta, y visitantes locales como Miriam Rodríguez Ruíz, de Bogotá, coincidieron en la emoción que genera ver al Morro lleno de luz, describiendo la experiencia como “fenomenal” y “un logro inmenso”.
Patrimonio, sostenibilidad y educación: una fórmula para el futuro
La iluminación del Morro es solo una de las múltiples acciones que ha liderado la Universidad del Magdalena para conmemorar los 500 años de Santa Marta, desde una visión transformadora, sostenible y profundamente conectada con la historia de la ciudad.
Este proyecto representa también una reafirmación del papel de la Universidad como faro de pensamiento, generador de conocimiento y de identidad. Una institución que no solo forma profesionales, sino que transforma territorio, eleva la conciencia colectiva y siembra orgullo en cada samario.
El Morro: un símbolo que ilumina más que la bahía
Desde ahora, cada noche, el Morro de Santa Marta brillará como un símbolo de reconciliación y pertenencia, como un recordatorio de que el desarrollo puede estar alineado con la cultura, el respeto por los pueblos originarios y la protección del medioambiente.
Esta luz, que nace del esfuerzo académico y colectivo, seguirá guiando a quienes navegan, sueñan y construyen futuro desde el corazón del Caribe colombiano.
VER: Unimagdalena