Una desagarradora imagen se hizo pública esta mañana en Santa Marta, una yegua fue atropellada por el barrio La Bolivariana, el hecho causó revuelo en redes sociales.
Algunos curiosos sólo pasaron a tomarse fotografías, otros publicaron indignados, la Policía Ambiental llegó al lugar pero igual que en otros casos no es mucho lo que pueden hacer los uniformados.
Les escribo con el alma rota en mil pedazos. Ella es la yegua que reportaron atropellada desde la 5 de la mañana de el día de hoy, infortunadamente el ”accidente” la dejó con varias fracturas e insensibilidad en la parte trasera de sus patas (invalida). ES INACEPTABLE QUE EN UNA CIUDAD CON UNA POLÍTICA PÚBLICA DE PROTECCIÓN ANIMAL, SEAMOS LOS CIUDADANOS LOS QUE TENGAMOS QUE IMPROVISAR PLANES DE EMERGENCIA PARA LA ATENCIÓN DE ANIMALES EN ESTAS CONDICIONES. Más de 5 horas la yegua ahí tirada, con animalistas de pantalla tomándose fotos, llevando a un “veterinario” tegua a hacerle procedimientos a un animal. SE LOS ESCRIBO CON EL CORAZÓN EN LA MANO, LA TUVE SUFRIENDO EN MIS PIERNAS MÁS DE UNA HORA PORQUE ESE SUJETO INYECTÓ ALGO PARA DORMIRLA PORQUE NO TENÍA SALVACIÓN, fue tanta mi frustración y desespero que tuve que llamar a mi veterinario de confianza @antonio2llamizar @origenanimalmedicina para que terminara con esta agonía tan insoportable. Finalmente ella murió en mis brazos, ante la indiferencia e inhumanidad que abundan en esta ciudad tan egoísta. Gracias a todos por etiquetarnos porque si no fuera por la familia Nabguana, aún estarían retorciéndose de dolor esos 300 kilos. ¡QUE TRISTEZA!
Posted by Fundación Nabguana�SantaMarta. on Wednesday, September 4, 2019
Con mucha tristeza en el corazón la Fundación Nabguana Santa Marta informó que infortunadamente el «accidente” la dejó con varias fracturas y sin movilidad en la parte trasera de sus patas.
Un accidente que es más bien un acto de mala fe de un conductor despistado que además de atropellarla, la dejó tirada sin brindarle ningún ayuda ni notificar a nadie para que la atendieran.
MÁS CONCIENCIA
La Fundación Nabguana expresó su indignación por el hecho de que en una ciudad que se supone se cuenta con una política pública animal no hay explicación a que los ciudadanos deban improvisar en estos casos.
La yegua duró más de cinco horas tirada, según los miembros de la fundación a expensas de improvisar con ella procedimientos para dormirla.
Finalmente y con la plena convicción de que sus heridas no tenían salvación fue un ciudadano y miembro de la Fundación el que llamó a un veterinario de su confianza para que tuviera un descanso definitivo.
La yegua falleció en brazos de quien la cuidó y ante la mirada indiferente de los transeúntes y algunas autoridades que pasaron para conocer el caso.