En Magdalena y Santa Marta, su capital; la protección institucional que se le debe brindar a las mujeres víctimas de violencia no pasa de la lamentación.
El asesinato de una mujer venezolana que residía en el barrio San Jorge de Santa Marta reactivó la rutina de ‘clamor institucional’ cada vez que hay un caso igual.
En Magdalena y Santa Marta, su capital; se volvió costumbre la ineficiencia gubernamental a la hora de proteger a las mujeres víctimas de la violencia.