La obra que desde su ejecución presenta inconvenientes, ahora después de inaugurada no funciona y revela problemas en su infraestructura.
El pasado 21 de agosto la alcaldesa Virna Lizi Jonhson Salcedo en compañía de su antecesor Rafael Alejandro Martínez inauguró la obra ubicada en El Cisne.
El centro del adulto mayor que fue construido para atender a 500 abuelos samarios solo ha tenido desde su ejecución: contratiempos, problemas y fallas.
El Centro de Vida del adulto mayor de El Cisne es más costoso que el de Bástidas que constó 2.800 lillones de pesos.
La obra que le costó a Santa Marta $3.882 millones (adición de $964 millones) se cae a pedazos, tiene goteras, aguas lluvias corren por entre la obra y todavía no tiene el mobiliario.
La reciente visita de la Contraloría distrital se produjo luego de una orden de tutela contra la entidad quien había hecho caso omiso a las denuncias de las veedurías.
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NO FUNCIONA
Los $2.917.879.072 invertidos en esta obra parace que se perdieron. Con las recientes lluvias caídas en la ciudad se evidenció la desfachatez.
La millonaria inversión no evitó que algo tan elemental no se presentará; el agua se filtró por el techo y ya dañó parte del ‘cielo raso’ de la obra.
Así se encuentra parte del techo de la edificación.
La edificación fue construida junto a un canal natural de agua, razón por la que en época de invierno los abuelitos estarían en riesgo por inundación.
Así mismo, los desagües de una de las torres de ‘Parques de Bolívar’ busca su recorrido habitual por en medio del costoso centro de vida del adulto mayor.
PURA FACHADA
Para las administraciones de Martínez y Jonhson como que es natural crear buenas fachadas para la foto de inauguración, luego, que la obra: ‘se la lleve el diablo’.
El 19 de diciembre la alcaldía firmó un contrato para la dotación del mobiliario por un valor de $352.353.867, pero su ejecución es un sueño, poco se ha dotado.
Los inmobiliarios no están en su totalidad.
También se contrató la dotación de utensilios de cocina por un valor de $272.273.467, pero en actualmente no existe un lugar adecuado para preparar alimentos.
A la fecha, esta construcción ya debería estar en condiciones de funcionamiento, sin embargo, todavía existen obreros terminando trabajos de infraestructura.
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¿CONTRALOR DE BOLSILLO?
Veedores de Santa Marta varios meses remitieron las denuncias de esta obra a Alexander Zabaleta Jiménez, contralor distrital pero nunca respondió.
Sin embargo, fue una acción de tutela la que obligó al contralor distrital a enviar una comitiva que inspeccionará la inservible obra junto a los veedores.
Cómo lo dijimos en www.codigoprensa.com a principios de este 2020, la elección de Zabaleta no garantizaría una vigilancia eficaz por su cercanía al caicedismo.
Con un año de retraso y a pesar de haber sido inaugurada, esta obra sigue demostrando una verdad evidente: Santa Marta la ciudad de las obras inconclusas.
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