El muchacho se voló una pared que tiene tres metros de alto, cortó el alambre de púas que se encuentra en la cima del muro y con un mazo abrió la boca del osario donde se encontraban los huesos de su familiar.
Entre increíble y absurdo resultó el acto por medio del cual, el joven Kevin Rivera desenterró los huesos de su primo fallecido para celebrar el fin de año.
El singular caso sucedió en la población de Gaira (sur de Santa Marta) entre la noche del pasado 31 de diciembre y la madrugada del primero de enero.