Dos problemáticas aquejan el barrio El Cundí de Santa Marta, por un lado, las calles sin pavimentar, y por el otro la ausencia de espacios recreativos y zonas deportivas para niños y jóvenes. Se definen como un barrio sumergido entre promesas sin cumplir.
La Junta de acción comunal en cabeza del presidente Rafael Guerra postuló las calles 17A Y 17B con carrera 14B hace dos años en el Programa de Pavimentación Mi Calle, pero a la fecha no hay intervención ni respuesta alguna.
El deterioro y la desidia en la cancha deportiva es evidente, puesto que hace más de 30 años se le entregó a la comunidad y en la actualidad y por la falta de mantenimiento los arcos y mallas están siendo devorados por el óxido.
Los moradores se han quedado con el deseo de tener un entorno adecuado en procura de mejorar su calidad de vida, aseguran que no comprenden por qué tratándose de un sector central de la ciudad no reciban la atención necesaria.
La falta de pavimentación de las calles antes mencionadas causa molestias a los residentes, en tiempo de lluvia por el lodo y en verano por el polvo que genera problemas de salud.
APAGUE Y VÁMONOS
La Junta Comunal afirma que no es posible que la falta de compromiso institucional impida que lleguen a los ciudadanos las soluciones. Los proyectos se quedan en el papel y en las expectativas de los ciudadanos, mientras la Alcaldía sólo deja pasar el tiempo.
Lo cierto es que El Cundí no está en la lista de sectores beneficiados por el Programa Mi Calle; aunque a la fecha los moradores del sector consideran que han llenado todos los requisitos.
Los moradores aseguran que por más de dos años se han sentido ‘embaucados’ puesto que se han postulado, han hablado y han gestionado pero hasta el momento siguen como si la gestión del Distrito no los tuviera en su radar.
Como prefieren mantener la esperanza y no pensar que los objetivos trazados serán sólo promesas de campaña, seguirán gestionando hasta que tengan respuesta.