En el marco de la Semana Santa, que este año se celebra del 2 al 9 de abril, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) realizó una jornada de liberación de animales silvestres que habían sido rescatados, atendidos y rehabilitados en el Centro de Fauna de la entidad.
La actividad contó con el apoyo de la Brigada de Ingenieros Militares de Atención y Prevención de Desastres del Ejército Nacional, que facilitó el transporte y la logística para trasladar a los animales hasta sus hábitats naturales.
¿Qué animales fueron liberados?
Los animales que recuperaron su libertad fueron:
– 1 ocelote (Leopardus pardalis): es un felino de tamaño mediano que habita en bosques tropicales y subtropicales. Se alimenta principalmente de roedores, aves y reptiles. Está clasificado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
– 1 kinkajou (Potus flavus): es un mamífero arborícola que pertenece a la familia de los prociónidos. Tiene una larga cola prensil y una lengua extensible que usa para extraer el néctar y el polen de las flores. Es una especie importante para la dispersión de semillas y la polinización.
– 2 ardillas (Sciurus granatensis): son roedores que se caracterizan por su pelaje rojizo y su cola tupida. Viven en los árboles y se alimentan de frutos secos, semillas e insectos. Son muy ágiles y sociables.
– 1 guacharaca caribeña (Ortalis garrula): es una ave galliforme que se distingue por su cresta negra y su canto estridente. Habita en bosques húmedos y secos, donde se alimenta de frutos, semillas e invertebrados. Forma grupos familiares que defienden su territorio.
– 2 cascabeles (Crotalus durissus): son serpientes venenosas que poseen un órgano sonoro en el extremo de la cola, que usan para advertir a sus depredadores. Habitan en zonas áridas y semiáridas, donde cazan roedores, lagartijas y aves. Son ovovivíparas, es decir, dan a luz crías vivas.
– 10 boas (Boa constrictor): son serpientes no venenosas que pueden alcanzar hasta cuatro metros de longitud. Habitan en una gran variedad de ecosistemas, desde bosques hasta desiertos. Se alimentan de mamíferos, aves y reptiles, a los que asfixian con su poderosa presión corporal.
– 1 oso hormiguero (Tamandua mexicana): es un mamífero que pertenece al orden de los xenartros, junto con los armadillos y los perezosos. Tiene un hocico alargado, una lengua pegajosa y unas garras afiladas que usa para extraer las hormigas y termitas de sus nidos. Tiene un pelaje grisáceo con una banda negra en el dorso.
– 1 puerco espín (Coendou prehensilis): es un roedor que tiene el cuerpo cubierto de púas que usa como defensa ante los depredadores. Tiene una cola prensil que le sirve para sujetarse a las ramas. Vive en los bosques tropicales y se alimenta de hojas, frutos y cortezas.
¿Por qué es importante proteger la fauna silvestre?
La fauna silvestre cumple un papel fundamental para el equilibrio ecológico y la conservación de la biodiversidad. Los animales silvestres contribuyen a la regulación de las poblaciones, al control de plagas, a la dispersión de semillas, a la polinización, al reciclaje de nutrientes y a la provisión de servicios ecosistémicos.
Además, la fauna silvestre es parte de nuestro patrimonio natural y cultural, y representa una fuente de conocimiento, investigación y educación ambiental. Por eso, es importante protegerla y respetarla, evitando su caza, su consumo, su tenencia ilegal y su comercio.
¿Qué hacer si se encuentra un animal silvestre en peligro?
Si se encuentra un animal silvestre herido, enfermo, huérfano o en situación de riesgo, se debe comunicar con las autoridades ambientales competentes, como Corpamag, para que se encarguen de su rescate y atención. No se debe intentar capturar, alimentar o manipular al animal, ya que puede ser peligroso para él y para las personas.
Tampoco se debe comprar o adoptar animales silvestres como mascotas, ya que esto fomenta el tráfico ilegal y el maltrato animal. Los animales silvestres no son aptos para vivir en cautiverio, ya que tienen necesidades específicas de espacio, alimentación y comportamiento que no pueden ser satisfechas en un ambiente doméstico.
¿Cómo celebrar una Semana Santa responsable con nuestra biodiversidad?
La Semana Santa es una oportunidad para reflexionar sobre nuestro papel como ciudadanos y como seres humanos en relación con la naturaleza. Podemos aprovechar este tiempo para realizar actividades que nos acerquen a nuestro entorno natural y nos sensibilicen sobre su cuidado y conservación.
Algunas ideas son:
– Visitar los parques naturales y las reservas ecológicas del departamento del Magdalena, donde se puede apreciar la riqueza de la flora y la fauna local. Se debe respetar las normas de cada lugar, no dejar basura, no hacer fogatas ni ruidos molestos, no alimentar ni molestar a los animales y no extraer plantas ni animales.
– Participar en las jornadas de limpieza y reforestación que organizan algunas entidades ambientales o sociales. Se puede colaborar con la recolección de residuos sólidos, el reciclaje, la siembra de árboles nativos y la educación ambiental.
– Apoyar las iniciativas de conservación y protección de la fauna silvestre que desarrollan algunas organizaciones como Corpamag, el Centro de Fauna, el Acuario Rodadero o el Aviario El Dorado. Se puede conocer su trabajo, difundir sus campañas, donar recursos o voluntariarse para ayudar en sus actividades.
– Denunciar los casos de caza, consumo, tenencia o comercio ilegal de animales silvestres ante las autoridades competentes. Se puede llamar a las líneas gratuitas 123 o 141 del Ministerio de Ambiente o a los números locales de Corpamag o la Policía Ambiental.
– Consumir productos locales y orgánicos que provengan de sistemas agroecológicos que respeten la biodiversidad y los recursos naturales. Se puede apoyar a los pequeños productores y comerciantes que ofrecen alimentos saludables y sostenibles.
Con estas acciones podemos contribuir a celebrar una Semana Santa responsable con nuestra biodiversidad y agradecer el regalo de la vida que nos brinda la naturaleza.
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