El documental ‘Jaladora de Mar’ nació de una investigación, y estuvo nominado en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias – FICCI.
Con las comunidades pesqueras del corregimiento de Tasajera, Pueblo Viejo (Magdalena), como protagonistas, la Universidad del Magdalena presentó el documental ‘Jaladora del Mar’, que retrata los importantes, pero también invisibles, roles de la mujer en la pesca artesanal del Caribe colombiano.
La obra audiovisual, de 22 minutos, cuenta la historia de Enoy, una de las jaladoras de mar del Golfo de Salamanca, ubicado entre Punta Gloria y la desembocadura del Rio Magdalena, un lugar donde halar el trasmallo entre las aguas de Caribe y la Ciénaga Grande de Santa Marta es un oficio heredado y una pasión que les da vida, a pesar de su dureza.
El documental es producto de un trabajo de campo por la bióloga María José Meneses, quien aplicó entrevistas semiestructuradas a 26 mujeres asociadas v 26 no asociadas en las cuatro comunidades objeto de estudio, donde fue posible identificar la participación de mujeres a lo largo de toda la red de valor.
Según la investigación, las mujeres pescadoras generan contribuciones importantes para este sector como: la comercialización del pescado, la captura de peces, el procesamiento y transformación del recurso pesquero y el pelado del camarón. Asimismo, la investigación arrojó que de diez personas que están dedicadas a la pesca artesanal cuatro son mujeres.
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LAS VOCES DE LOS PROTAGONISTAS
Enoy Ortiz Rivera y su familia, fueron los protagonistas de la historia contada en el cortometraje dirigido por las egresadas del Programa de Cine y Audiovisuales: Leidy Tatiana Mahecha y Jenny Machado Vides.
“Halar el trasmallo, con tierra caliente sin tener calzado en los pies, tenía ampollas en manos y pies, yo lloraba al llegar a la casa y mis hijas me hacían masajes en los pies”, es el tremendo relato de Enoy Ortiz, quien desde los 13 años es jaladora de mar en Tasajera.
Leidy Tatiana Mahecha, egresada del Programa de Cine y Audiovisuales, fue la directora del documental producido en tres fases y durante un año se realizó rodaje y trabajo de campo.
“Es un documental que nos ha llenado de satisfacción por la nominación en el FICCI y más allá de eso, por la gran responsabilidad social de dar voz a estas comunidades pesqueras”, indicó.
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