La entidad dijo que solucionaría el problema en 48 horas. Siete días después, el derrame, los olores y la contaminación continúan.
El pasado 23 de septiembre, residentes de los sectores aledaños al Lago Dulcino, en cercanía de Sierra Laguna, denunciaron lo que sería una catástrofe ambiental.
Un rebosamiento de aguas residuales había invadido el lago, las vías adyacentes y se dirigían sin ningún tipo de control hacia la playa de Pozos Colorados.