A dos semanas de haber sido puesto en funcionamiento, el Camellón de Santa Marta se ve viejo, destruido, devastado y sin mantenimiento.
No ha cumplido el mes de ser inaugurado el Camellón de Santa Marta y ya da muestras de desgastes en su infraestructura al parecer por el vandalismo que la asedia.
Las quejas del mal trato al inmobiliario del Camellón de Santa Marta dan cuenta de ataques adrede, lo que se ha filtrado en redes sociales y grupos WhatsApp donde repudian el desgaste.
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Por su parte, los funcionarios de la Unidad Defensora del Espacio Público Santa Marta – UDEP, se han visto a gachas para preservarlo, debido a manos inescrupulosas.
“De noche no damos abasto hay muchos vándalos que dañan las cuerdas protectoras y hasta quieren cortar dichas cuerdas con cuchillos… nos hemos tenido que triplicarnos para cuidarlo”.
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ENEMIGOS DEL CAMELLÓN
De las 11 casetas asignadas para artesanos solo cuatro han sido ocupadas por estos comerciantes pues los demás temen trasladar sus artesanías hasta los cubículos por el vandalismo.
En promedio un artesano invierte alrededor tres millones de pesos para ocupar las casetas del Camellón de Santa Marta asignada por la alcaldía, pero estos temen el ataque de los vándalos.
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Por lo tanto, hay comerciantes que aún no ocupan su lugar en el recién inaugurado Camellón de Santa Marta por el temor a que los mismos que lo dañan les roben la mercancía.
www.codigoprensa.com pudo constatar que tanto, artesanos, nativos y turistas coincidieron que los el deterioro es por falta de identidad y falta de mantenimiento en las zonas verdes.
“CHACEROS Y EXPENDEDORES”
Aparte del césped seco por falta de cuidado, las cuerdas lullidas y las heces fecales que estan a la orden del día en los cubículos, comerciantes de la nueva obra no quieren “chaceros”
Los “chaceros” o vendedores ambulantes no son bien vistos por los comerciantes de los cubículos, pues no brindan confianza en sus productos y crean una percepción de inseguridad.
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Lo anterior fue expresado por una de las comerciantes de los cubículos del Camellón, quien escalará el tema a la autoridad competente para evitar el desorden.
La grave denuncia es que, según los artesanos, sus cubículos son usados por las noches como caletas de droga para el microtrafico en la bahía de Santa Marta por lo que se encuentra alerta ante esto.
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