En Santa Marta la muerte por coronavirus implica un cuantioso gasto exequial y un estricto protocolo en el manejo, traslado y disposición final del cadáver.
Santa Marta registra un preocupante número de contagiados por coronavirus, la enfermedad que ha puesto en jaque al mundo entero.
Cuando el coronavirus aún no había llegado a Santa Marta, los samarios solo pensaban en las normas de prevención sobre la pandemia.
Cuando se conocieron los dos primeros casos el pasado viernes 20 de marzo, se optó por extremar medidas para contener su expansión.
Después de la muerte de uno de los infectados el pasado lunes 23 de marzo, en la mente de los samarios divaga cómo manejar las exequias.
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DRAMAS SAMARIOS
En la capital de Magdalena es un verdadero drama fallecer por causa del coronavirus. La ciudad solamente dispone de un horno crematorio.
Todas las funerarias han sido notificadas de los protocolos a seguir pero en Santa Marta nada más hay dos carrozas que cumplen los requisitos.
El drama del coronavirus no le permitirá a las familias despedirse, asistir a un velorio, organizar una ceremonia fúnebre o sepultar el cuerpo.
Un ejemplo de esta fatalidad, fue el caso del anciano que falleció el lunes 23 de marzo: fue recogido en la clínica donde murió y llevado a cremación.
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MUERTE COSTOSA
Otra de las afrentas que trae la muerte por causa del coronavirus son los altos costos de los servicios prestados en las funerarias de Santa Marta.
www.codigoprensa.com se comunicó con varias funerarias de la ciudad para consultar por este servicio en caso de deceso por coronavirus.
Como deben cumplir medidas estrictas dadas por el Gobierno Nacional, el valor del servicio fúnebre oscila entre los $2.800.000 y los $3.500.000.
Los encargados de manipular estos cadáveres deben protegerse con: gorro quirúrgico, mascara de filtración, protección facial y batas impermeables.
Este es el manual de orientaciones para el manejo, traslado y disposición final de cadáveres por covid-19.