Los lavaderos ilegales se han convertido en enemigos de los residentes en la calle 30 y sus alrededores.
Los habitantes de varios barrios en Santa Marta, como El Pando, La Ciudadela y 20 de Enero, han alzado su voz de alerta debido a la creciente escasez de agua potable en la zona. La comunidad señala que uno de los principales causantes de este problema es la proliferación de lavaderos de motos y carros ilegales, los cuales han surgido sin control a lo largo de la calle 30, entre los barrios El Pando y La Lucha.
De acuerdo con los residentes, en un tramo de menos de 200 metros se han instalado al menos seis lavaderos ilegales, los cuales operan sin ningún tipo de control y, aparentemente, obtienen el agua de manera irregular. “Es una situación insostenible”, comenta una vecina de El Pando, quien prefirió no dar su nombre. «Mientras nosotros nos quedamos sin agua para lo básico, ellos la usan sin ningún problema para lavar motos y carros durante todo el día».
La preocupación crece en los barrios afectados
La falta de agua potable es un problema que viene afectando a los barrios mencionados desde hace varios meses, pero la situación ha empeorado recientemente debido al aumento de estos negocios clandestinos.
Los residentes aseguran que la presión del agua ha disminuido notablemente, lo que dificulta las actividades diarias, como cocinar, lavar ropa e incluso mantenerse hidratados. «Es frustrante que mientras nosotros no tenemos agua para nuestras necesidades, estos lavaderos sigan funcionando como si nada», afirmó otro habitante de La Ciudadela.
A pesar de las múltiples quejas presentadas a las autoridades locales, los lavaderos siguen operando sin ninguna restricción. Los vecinos aseguran que han visto cómo los propietarios de estos negocios ilegales han intervenido las redes de agua de manera irregular, conectándose directamente a las tuberías sin ningún tipo de autorización.
ESSMAR bajo la lupa de la comunidad
La comunidad ha señalado directamente a la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta -ESSMAR-, a la cual responsabilizan por no ejercer el control necesario para evitar esta situación. Según los residentes, ESSMAR no ha tomado las medidas necesarias para frenar el robo de agua en esta zona, lo que ha agravado la crisis de abastecimiento en los barrios cercanos.
Los vecinos exigen que la empresa actúe con prontitud y que lleve a cabo operativos para clausurar estos lavaderos clandestinos. “No puede ser que ESSMAR no se dé cuenta de lo que está pasando aquí. Estamos hablando de un tramo pequeño de la calle 30, donde hay más de seis lavaderos ilegales, y nadie hace nada para detenerlos”, expresó otro residente de El Pando.
La mirada de las autoridades a los lavaderos ilegales
Los habitantes de los barrios afectados se preguntan si existe algún tipo de complicidad entre los propietarios de estos negocios y las autoridades, ya que a pesar de ser visibles para todos, no se ha llevado a cabo ningún operativo para cerrar estos establecimientos.
Un llamado a la acción
La situación ha generado un ambiente de inconformidad y frustración en la comunidad, que ve cómo sus necesidades básicas se ven comprometidas mientras los lavaderos ilegales siguen robando agua impunemente. Los habitantes de El Pando, La Lucha y barrios cercanos hacen un llamado urgente a ESSMAR y a las autoridades locales para que tomen cartas en el asunto y frenen el avance descontrolado de estos negocios clandestinos.
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