El 2-2 con Orsomarso es un ‘resultado mentiroso’ por el buen trabajo que se hizo. La expulsión de Ricardo Luis ‘Caballo’ Márquez González, fue determinante.
Wikipedia define la sensación térmica como la reacción humana ante las condiciones que determinan el ambiente habitado desde el punto de vista térmico.
Palabras más, palabras menos; una cosa es lo que el termómetro marca y otra muy distinta es lo que sensorialmente indica el cuerpo cuando hace calor o frío.
El Unión Magdalena experimentó esta alucinación. La escuadra bananera evidenció otros parámetros que influyen, mejorando o empeorando la sensación.
El empate 2-2 en casa del Orsomarso dejó la noción que se pudo haber logrado mucho más. En pocos minutos cambió el ‘sabor a mucho’ por el ‘sabor a poco’.
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SE DEBIÓ GANAR
En todo balance oficial, lo que se presenta es toda aquella gestión positiva que hace parte de un proceso. El partido en Cali no permite hacerlo de esa forma.
En el partido Orsomarso 2 – Unión Magdalena 2, hubo un evento que traumatizó la recta final del compromiso: la expulsión de Ricardo Luis Márquez González.
Cuando ‘El Caballo’ recibió la tarjeta roja, avanzaba el minuto 31 del cotejo y el equipo de Carlos Alberto Silva Socarrás estaba arriba en el marcador: 1 a 2.
El juego estaba siendo controlado y dominado por la nómina azul y rojo. Entre la sensación que todo iba por buen camino, apareció la calamidad… la vicisitud.
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EMPATE INESPERADO
La realidad es que en la Primera B no hay rival pequeño, la sensación es que hay unos planteles más fuertes que otros. En los papeles, Orsomarso debió perder.
El partido se expresó de una manera diferente. Unión Magdalena hizo los méritos pero los hechos determinaron que el premio final (el resultado) fue compartido.
Orsomarso 2 – Unión Magdalena 2 dejó frustraciones pero no malogró el propósito final: ganar uno de los cupos que ascienden al equipo al torneo de la A.
Quedó ‘sabor a poco’, Unión sufrió un trauma que es superable. El triunfo debió volver a Santa Marta; aún así, de entre todos los males, nos quedamos con el menor.
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