Unimagdalena reafirma su compromiso con la calidad de vida, la inclusión y la permanencia académica.
La Universidad del Magdalena inició las obras de ampliación y modernización de su cafetería central, un proyecto estratégico que busca optimizar el servicio de alimentación para más de 3.500 estudiantes beneficiarios del programa de almuerzos y refrigerios, así como mejorar la experiencia de uso de toda la comunidad universitaria.
Con una inversión de 850 millones de pesos y una intervención de 352 metros cuadrados, esta obra responde al propósito institucional de consolidar espacios más incluyentes, modernos y funcionales, enmarcados en los ejes del Plan de Gobierno 2024–2028 “Unimagdalena: más incluyente, más innovadora, más comprometida”.
El proyecto contempla la construcción de cuatro nuevos puntos de entrega de alimentos, la adecuación de un comedor con mayor capacidad y la dotación de nuevo mobiliario. Estas mejoras permitirán reducir los tiempos de espera, descongestionar los puntos actuales de atención y ofrecer un servicio más ágil y digno a los estudiantes.
De esta manera, la Universidad continúa fortaleciendo los programas de bienestar y permanencia estudiantil, garantizando que los jóvenes en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica cuenten con un entorno académico y alimentario adecuado para su desarrollo integral.
“Estos logros no son casualidad, son fruto del esfuerzo colectivo”
Durante la presentación de la obra, el rector Pablo Vera Salazar, Ph.D., destacó que este tipo de iniciativas reflejan el compromiso permanente de la institución con el bienestar de su comunidad.
“Gracias a este tipo de apoyos, hoy Unimagdalena cuenta con la tasa de deserción más baja del país y la tasa de graduación más alta”, afirmó el rector, quien resaltó que estos resultados son el reflejo de un esfuerzo conjunto.
“Eso no es gratuito, eso es gracias al apoyo que brinda la Universidad, pero también al compromiso que tienen ustedes como estudiantes”, añadió.
Asimismo, el doctor Vera Salazar hizo un llamado a cuidar los espacios institucionales y a mantener el sentido de pertenencia:
“Cada día que pasen en la Universidad, hagan lo posible para dejarla mejor que lo que la encontraron. Que siempre la mejora sea significativa, porque esta no es la misma Universidad en la que yo me gradué hace 25 años. Es mucho mejor”.
La cafetería, un espacio que late con la vida universitaria
El representante de los estudiantes ante el Consejo Superior, Rafael Julián Ricaurte Ebratt, destacó la relevancia simbólica y funcional de la cafetería como punto de encuentro y motor de convivencia universitaria.
“El centro del salón de clase es el corazón del conocimiento y de la transmisión de saberes entre estudiantes y docentes, pero la cafetería central de la institución es el alma”, afirmó.
Además, subrayó que este lugar cumple una función social invaluable:
“Aquí venimos a debatir política institucional, a intercambiar pensamientos estudiantiles y a compartir ideas de diferentes programas y culturas. Es un espacio donde la diversidad y el diálogo fortalecen nuestra vida universitaria”.
Una mejora que impacta directamente a los estudiantes
Desde la voz estudiantil, Cecia Saray Villalobos Parejo, estudiante de quinto semestre de Contaduría Pública, celebró la iniciativa y agradeció a la Universidad por continuar invirtiendo en el bienestar de su comunidad.
“Me parece muy buena idea que la amplíen para optimizar los procesos, que la entrega de almuerzos y refrigerios sea mucho más rápida y que los estudiantes puedan acceder a estos beneficios sin mayor inconveniente”, expresó la joven.
Unimagdalena más humana y sostenible
Con esta intervención, Unimagdalena reafirma su compromiso con la calidad de vida, la inclusión y la permanencia académica, fortaleciendo los servicios que garantizan una experiencia universitaria integral.
La cafetería central no solo será un espacio moderno y funcional, sino también un símbolo del compromiso institucional con la equidad, la sostenibilidad y el bienestar colectivo.
Este proyecto es un paso más hacia la construcción de una universidad más humana, más eficiente y más cercana a sus estudiantes, donde cada acción se traduce en oportunidades y calidad de vida para quienes hacen parte de su comunidad.
VER: Innovación académica en la Universidad del Magdalena