Como una Villa de las europeas, así se erige Villa Tabla, entre la Vía Alterna, la vía férrea y una ensenada con escalones de concreto. Invasores dicen que hizo parte de Pescaíto y tuvo varios nombres desde su fundación hace 58 años. Las viviendas que se encuentran en la parte más alta del cerro dan una vista al pasado.
En la época de los años 60 Villa Tabla recibió varios nombres, primero Altos de Jalisco o Avenida los Rebolledos, y después se llamó “Cumbres Borrascosas”, como la telenovela.
Entre los primeros habitantes que llegaron al lugar, se destaca la familia Rebolledo, junto a otros dos vecinos, Emilia Márquez y Alfonso Barros, quienes estuvieron repartidos en 4 casas de la carrera 7 con calle primera.
La principal razón de su fundación fue la cercanía al Puerto de Santa Marta como fuente de empleo. Con el paso del tiempo se expandió la zona y se conformaron 3 ensenadas en la parte alta de los cerros, hoy son las carreras 6, 7, y 8.
El nombre “Villa Tabla” nace después de ejecutarse un convenio entre Ferrovías y la comunidad invasora que comprendió la construcción de viviendas en tablas en los terrenos baldíos aledaños a la Vía Alterna al Puerto.
PASADO Y PRESENTE
Del Departamento del Tolima y Municipios como Ciénaga y Zona Bananera, llegaron quienes buscaban una oportunidad laboral en el puerto de Santa Marta en el ciclo productivo de la exportación de banano.
Carecían de redes eléctricas necesarias para un correcto suministro de energía. Cuando llegaban las 5:00 de la tarde el fluido eléctrico se hacía intermitente y se temía por los daños a electrodomésticos en los hogares.
En el periodo de Gobierno de Juan Pablo Díaz Granados, los lugareños consiguieron beneficiarse con energía subsidiada, mejorando medianamente su calidad de vida.
Actualmente entre la parte alta de los cerros y la parte baja hay 210 casas con una población de 220 familias, en muchas de ellas residen hasta 3 núcleos familiares.
PROBLEMAS Y SOLUCIONES
La carrera 7 en la actualidad cuenta con piso en concreto y escalones que facilitan la movilidad de un lugar a otro. Se trató de unas manos caritativas que prefieren mantenerse incógnitas.
El temor a que las casas colapsaran por la fuerza de las aguas en tiempos de invierno fue disminuyendo a partir de la ejecución de dicho proyecto.
Entidades como Fenoco y la Sociedad Portuaria de Santa Marta han apoyado con recursos las iniciativas e ideas que se han gestionado en la comunidad.
Debido a la falta de suministro de agua potable, en el 2014 a los mismos miembros se la ingeniaron para construir pozos artesanales con el fin de obtener al menos un poco del preciado líquido.