El cementerio, habría dejado de ser un sitio de devoción y respeto, para convertirse en epicentro de la delincuencia y la brujería.
A principios del mes de octubre, algunos nativos de Taganga denunciaron encontrar artefactos extraños alrededor de las tumbas del cementerio.
Restos de velas y hasta ofrendas de comida, han sido encontradas en forma de cruces sobre las tumbas donde reposan los difuntos. Nadie se explica por qué.
Debido a los constantes robos, algunas personas han recurrido a poner puertas en las bóvedas.
En noviembre, luego un millonario robo y al desmantelar la habitación del hotel donde se alojaban los delincuentes en Taganga, se hizo un descubrimiento atroz.
Calaveras, altares con velas, fotos, estatuas de santos católicos e imágenes de dioses de la santería, estaban por doquier. La brujería capta fanáticos.
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EXIGEN SEGURIDAD
Estos descubrimientos, han conmocionado el corazón de un pueblo profundamente católico, que ha rechazado estas prácticas en Taganga.
La delincuencia, también ha mermado la tranquilidad de los tagangueros. Aprovechando la falta de luminarias, el robo de lápidas es constante.
Velas, altares y alimentos han sido encontrados sobre las tumbas. El robo de lápidas es constante.
Por tal razón, los nativos han optado por reforzar con puertas las tumbas donde descansan los difuntos; e incluso, quitar las lápidas que están expuestas.
El irrespeto por la dignidad de los muertos y las creencias religiosas, respalda el grito de la comunidad, de exigir seguridad al CAI que funciona a pocos metros de allí.
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