Los campesinos y ganaderos aseguran que el río Magdalena y las lluvias acabaron con la economía de cientos de familias.
El corregimiento de Guáimaro en el municipio de Salamina enfrenta una nueva emergencia por cuenta de la lluvia y el desbordamiento del río Magdalena, donde los campesinos perdieron la cosecha que han trabajado durante varios meses.
Esta grave situación fue dada a conocer por el presidente de la Junta de Acción Comunal de Guaimaro, Antonio Gamero, quien recorrió predios y evidenció con cámara en mano los daños y perdidas que deja la ola invernal en esa parte del Magdalena.
“Nos quedamos sin nada. No tenemos pan en nuestras casas porque lo poco que teníamos y veníamos trabajando quedó en el agua. Las reses se están muriendo porque no hay pasto para comer y ni siquiera tienen un lugar seguro” señaló Antonio Gamero.
Los cultivos que durante meses fueron sembrados y labrados terminaron en pérdidas, razón por la que los campesinos y ganaderos claman ayuda inmediata y piden al Gobierno Departamental y Nacional visitar el corregimiento.
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CLAMAN AUXILIO
Campesinos como Felix De Ávila, Marina Bolaño y Manuel Madera aseguran que perdieron todo lo que tenían y que incluso, todavía deben parte de la inversión que habían realizado en las siembras.
“Tenemos a nuestros hijos con hambre, necesitamos pagar los servicios públicos pero este año las lluvias y el río Magdalena acabó con todo lo que habíamos sembrado” señaló Marina Bolaño.
Por su parte, Manuel Madera también sostiene “Se me hundió el pedacito de tierra que tengo y los animales están en la calle porque no sabemos qué hacer. Estamos a la merced del agua y sin plata para solucionar”
En las calles y fincas de Guáimaro hay varias reses muertas por la falta de pasto y otras, ahogadas o enfermas porque el agua permanece en las fincas y predios de ganaderos.
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