Más allá de algunas mesas de trabajo, no se han determinado acciones contundentes para atender las necesidades de la comunidad.
Desde el inicio de la pandemia de Covid-19, autoridades indígenas emitieron las primeras voces de preocupación ante la vulnerabilidad de las comunidades de la Sierra Nevada.
Las fallas en los controles de acceso, pese a las restricciones, colocaron en riesgo a las comunidades indígenas que allá habitan. Y se cobraron víctimas mortales.
Como el cabildo gobernador del pueblo Kogui, José de los Santos Sauna que falleció de Covid-19. 546 casos fue el reporte de los kankuamos infectados.
A esta grave situación de salud pública, se le suma ahora las graves afectaciones en los hogares indígenas, donde la inclemencia de las lluvias hace estragos.
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NIÑOS CON TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO
La noche del 26 de septiembre del presente año, la comunidad de Seykwanamake, ubicada en una zona alta de la Sierra informó la crisis que vivía.
Un fuerte vendaval inundó plantaciones a su paso y afectó varias viviendas, provocando lesiones a varias personas, entre esas, tres niños de 2, 3 y 11 años de edad.
Los menores fueron trasladados un día después en un helicóptero de la Policía; el reporte fue de trauma craneoencefálico, músculo- esquelético y fractura de cadera.
Los lesionados, están recibiendo acompañamiento por parte del gobierno distrital, pero han tenido que denunciar ante el país, lo que consideran el olvido institucional.
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MERCADITOS NO ALCANZAN
La queja de los pueblos indígenas no sólo ha salpicado al Gobierno Nacional, pues la administración departamental de Carlos Caicedo también se vio salpicada.
Por cuenta, de la burocracia exigida para solicitar las ayudas humanitarias en el marco de la emergencia y que no se han traducido en donaciones materiales.
El gobernador Arhuaco de Magdalena y La Guajira, Rogelio Mejía, le recordó a Caicedo, que su departamento hay 22 asentamientos, compuestos por 50 mil indígenas.
Cuya mayoría, no recibe atención médica y tampoco se beneficia de los giros solidarios y subsisten con lo que producen, porque todos los mercados prometidos no llegan.
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