Santa Marta se ha convertido, en la ciudad cumbre de las ocupaciones ilegales. La falta de presencia de las autoridades lo hacen posible.
Mientras que por un lado el Gobierno Departamental y Distrital se expone como defensora del medio ambiente, el bosque seco de la ciudad está en extinción.
La cantidad de construcciones y ocupaciones ilegales es abismal. Desde Taganga, el cerro de Ziruma e incluso Minca, las construcciones ilegales pululan.
La ocupación ilegal de predios, ha supuesto un trabajo articulado entre la Alcaldía y Migración Colombia.
En los últimos cinco años, con el crecimiento de la población inmigrante proveniente de Venezuela, se destaparon redes dedicadas a la ocupación ilegal.
En palabras de locales, la oscuridad de la noche es el amigo perfecto para que en un plazo de 24 horas, aparezca una nueva casa en un cerro. ¿Y las autoridades?
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OCUPACIÓN DESCARADA
Si la problemática de la construcción ilegal no fuera suficiente, se le suma la de la ocupación irregular de las propiedades. En pleno corazón de la ciudad.
El pasado diez de diciembre, la Secretaría de Seguridad realizó un proceso de recuperación de la Casa Comunal del barrio Los Olivos en Santa Marta.
Durante la recuperación de la Casa Comunal de Los Olivos, se encontró a un venezolano con documentación falsificada.
El predio, había sido ocupado de forma indebida por presuntos vigilantes del sector. En el procedimiento, se capturó a un venezolano con documentación falsa.
Afortunadamente el inmueble fue recuperado, pero la situación social y humanitaria, tanto para los nacionales como migrantes es caótica. ¡Hay que actuar!
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