Las Encuestas Pulso Social y Pulso Empresarial del Departamento Administrativo Nacional de Estadística revela las sensaciones de la economía.
Las encuestas Pulso Social y Pulso Empresarial realizadas por el Departamento Nacional de Estadística -Dane-, reveló los resultados más actualizados sobre los impactos generados por la pandemia del COVID-19 a la economía en general.
Estas investigaciones fueron desarrolladas en las principales ciudades de Colombia y en ellas se midió la percepción de los consumidores y del tejido empresarial en atención a los distintos factores que dinamizan la economía.
Los resultados son pesimistas. Tanto la ciudadanía como las empresas se sienten frustrados por el futuro económico. El 63.2% de los encuestados considera que su hogar está en una peor situación que hace un año y con tendencia a empeorar.
Como si fuera poco, la confianza de quienes hacen empresa también mostró una caída en picada. Las conclusiones del estudio confirman que el sector privado desmejora sustancialmente sobre lo que les espera en lo que va corrido del año.
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CIUDADES PESIMISTAS
En las encuestas Pulso Social y Pulso Empresarial realizadas por el Departamento Nacional de Estadística -Dane-, tres de las cuatro principales ciudades de Colombia son muy pesimistas: Cali, Bogotá y Barranquilla están decepcionadas.
Todos los hogares encuestados se sientes afectados. La mayoría de las familias reportaron haber sufrido algún tipo de perjuicio por cuenta del COVID-19. El recrudecimiento de las condiciones de vida de la gente se volvió ‘pan de cada día’.
En ciudades y departamentos intermedios como Santa Marta y Magdalena, respectivamente, la exploración arrojó que el detrimento causado por la pandemia, llevó a que se prescindiera de los bienes no durables o de consumo a corto plazo.
Lo anterior es consistente en las encuestas Pulso Social y Pulso Empresarial con las perdidas en ingresos laborales de cientos de familias samarias y magdalenenses que en el último año se han presentado por cuenta del COVID-19.
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CONFIANZA A PIQUE
En Colombia la confianza de empresas y consumidores disminuyó, esto se observó debido a los cierres que se dieron a durante el mes de abril, los cuales tuvieron efectos importantes en la percepción y expectativas de los consumidores.
Dicha situación debe revertirse y la solución de acuerdo al Departamento Nacional de Estadística -Dane-, es la apertura total que pretenden la Alcaldía de Santa Marta y la Gobernación del Magdalena, aunque tardía, es el camino a seguir.
Por otro lado, la investigación asegura que se deben evitar a toda costa volver a los cierres y medidas restrictivas que pongan obstáculos al empleo y a la generación de ingresos. El tejido empresarial local no aguanta otro colapso.
Es claro que los actores económicos en Santa Marta, el Magdalena y Colombia no son optimistas en cuanto al futuro y por eso se hace vital, regresarle la confianza a los consumidores y empresas con el fin de consolidar una senda de recuperación.
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