Home Portada Los sabores tradicionales de Mompox se vinieron a vivir a Santa Marta

Los sabores tradicionales de Mompox se vinieron a vivir a Santa Marta

Por Diana Solera Betancurt

¡Por Mompox no se pasa, a Mompox se llega!

A partir de la fundación de Santa Marta se le bautizó como la calle Veracruz. Después la renombraron como la calle Grande. Y finalmente se le conoció como la calle Real. Hoy debería llamarse la calle Mompox.

Les hablo de la calle 17 entre las carreras segunda y tercera, en pleno corazón del Centro Histórico de Santa Marta. Y debería llevar el nombre de Mompox gracias al restaurante ubicado en la nomenclatura 2-43.

Mompox Bistró es mágico. Es el típico restaurante con aura francesa, pero de esencia Caribe. Abierto desde mediados de año es epicentro de la cocina de calidad con los históricos sabores de la provincia.

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POR DENTRO

Al entrar hay que atravesar una puerta-vitral de doble hoja, enrejada con hierro torneado. Vas a caminar sobre una pasarela de una impactante baldosa española mientras te delitas con su decoración interior.

El primer golpe de vista es hacia la simulación de ventanitas de casa de pueblo con faroles de vela y jardines de palmas y millonarias en la pared izquierda, y de aparadores de antigüedades en la derecha.

Tiene capacidad para 32 personas que se pueden ubicar en vigorosas mesas y sillas de madera o, en la barra del bar de tres puestos. La sensación de estar en el interior de una vivienda de Mompox, se hace realidad.

¡A COMER!

El menú es absolutamente notable. Mi entrada se llama ‘La capillita’ que es un mix de butifarra mompoxina, pesto costeño, tomates cherrys, queso de búfala, plumas de cebolla morada y humus sobre pan de pita.

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En turno continué con un ‘Arroz del mono’ que es un caldoso de chorizo artesanal mompoxino elaborado con tropezones de plátano maduro y friticas de yuca. Este plato fuerte le hace honor a su nombre.

Como hago parte de la ‘cultura fit’, mi bebida no alcohólica fue una limonada de hierbabuena. Mi pecado estuvo en el postre. Me sedujo ‘El enyucado de pueblo’ que es una porción de torta de yuca con queso, coco, anís y una bola de helado de vainilla.

Mauricio Torres, el propietario, tiene razón: ¡Por Mompox no se pasa, a Mompox se llega! Me apunto para repetir. Ojalá usted se atreva. Hay 18 platos que están esperando por ti. ¡Anímate!

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