Unimagdalena a través de sus programas en el Centro Penitenciario Rodrigo de Bastidas de Santa Marta celebró la Navidad a las reclusas y sus hijos.
Con una cena especial para las 72 mujeres privadas de la libertad y la entrega de regalos para sus hijos, la Universidad del Magdalena culminó oficialmente las actividades de 2019 en el Centro Penitenciario Rodrigo de Bastidas de Santa Marta.
A propósito de esta época de fin de año, la Alma Máter llevó una actividad de integración, que se traduce en un mensaje de esperanza para las personas que se encuentran internas.
Las mujeres están recibiendo formación técnica.
La jornada, en la que fue posible la entrega de regalos a los niños gracias a la Fundación Unión & Acción, estuvo ambientada por las melodías del violín del músico Efraín Rada.
La música conmovió al grupo de mujeres que con lágrimas en sus ojos compartieron abrazos de consuelo y recordaron a sus seres queridos, de los que, por diferentes circunstancias, ahora se encuentran lejos.
HISTORIAS DE VIDA
Entre las rejas yacen historias que erizan la piel y conmueven lo más profundo del alma, como la de Mónica Vergara Vanegas, una mujer que lleva 4 años recluida y que hace 3 años dio a luz a la pequeña Carla Celeste.
Mónica pudo amamantar y cuidar durante 11 meses tras las rejas, antes de tomar la dura decisión de entregarla a sus abuelos, ya que, manifestó, era lo mejor para su niña.
La entrega de regalos a los niños fue muy emotiva.
“Esta actividad me parece súper, es una motivación grande y no lo esperábamos, pasar un 24 de diciembre detrás de las rejas es horrible, yo entré aquí solo con tercero de primaria, pero ahora soy Técnico en Electricidad gracias a la Universidad»
Angélica Molina, persona privada de la libertad, indicó que “el que hayan venido hoy acá es un detalle que nos llena el alma, que nos hace sentir libres, es algo que hay que agradecer mucho”.
